Presentación

Este es el blog de Carlos y Alicia, en donde os mostraremos las salidas a la montaña que realicemos solos o con nuestros compañeros y amigos.

jueves, 29 de mayo de 2014

Cañón de Artazul


Domingo 18 de mayo, poco a poco vamos despertando y desayunando, mientras vemos como más compañeros van llegando desde Cantabria al aparcamiento de la Leze para unirse al descenso del Cañón de Artazul. Desmontamos el campamento y nos dirigimos hacia Aizpun, realizando alguna pequeña parada para realizar unas últimas compras y para dejar paso a una procesión, que por segundo año consecutivo ADEMCO se encontraba en el camino, mostrando alguno cara de incredulidad.

                           

Cuando llegamos a Aizpun nos ponemos a cambiar los 18 barranquistas que nos animamos a realizar el descenso, emprendiendo el camino de acceso hacia el primero de los rápeles, pero nos equivocamos y entramos al cauce aguas abajo de esta cascada.


Nada más entrar al río vemos la diferencia de caudal con el día de nuestro primer descenso del Artazul, aquella jornada el barranco iba bien cargado de agua y en algún momento lo pasamos mal.

                          
Primer descenso Artazul

Hoy el barranco parece otro, aunque sigue manteniendo un gran encanto, siendo un cañón muy estético y bien formado.


Como siga sin llover le queda poco tiempo con agua al cañón, pero afortunadamente nosotros lo encontramos con agua corriente y pozas frías y limpias que nos permitieron realizar numerosos saltos y toboganes.

                           

A pesar de ser un grupo muy numeroso, la progresión es muy fluida y rápida, llegando al impresionante circo final casi sin darnos cuenta, y es que el buen rollo y mejor ambiente hizo que el tiempo se nos pasara volando.


Instalamos el último rápel de 45 metros por la izquierda, aquí si tenemos que esperar un buen rato, pasando algo de frío, pues lleva su tiempo el bajar esta preciosa cascada que ponía punto y final al descenso.


Una vez en el nacedero de Arteta y tras subir a buscar los vehículos, nos ponemos a comer bajo un sol de justicia, antes de emprender el regreso a casa habiendo disfrutado de un magnifico fin de semana barranquista.

                                   

viernes, 23 de mayo de 2014

Vídeo Cueva de la Leze y Cañón de Artazul.

Os dejo el magnifico vídeo que se ha currado nuestro compañero Pablo, de Producciones Ruiz, que muestra lo bien que lo pasamos durante el pasado fin de semana.

                    

ADEMCO, Barrancos La Leze y Artazul 2014 from PRODUCCIONES RUIZ on Vimeo.

Cueva de la Leze


Este pasado fin de semana nos desplazamos a tierras vascas y navarras un numeroso grupo de miembros ADEMCO, para descender el Barranco - Cueva de la Leze y el Cañón de Artazul.
Después de llegar el sábado a Egino en varios grupos, justo a la hora de comer, nos reunimos todo el grupo y fuimos planeando lo que sería el primer descenso del fin de semana. Intentamos no llenar mucho la panza, porque sabíamos la jodida aproximación que teníamos por delante, pero aún así la subida se hizo dura, en gran medida porque eran las cuatro de la tarde y "lorenzo" pegaba con fuerza, buscando cualquier sombra por pequeña que fuera para cobijarnos.


La bajada hacia el fondo de la Hoya de la Leze la recordaba más complicada (hacia 5 años que la hicimos por primera vez) pero han colocado unas cuerdas que ayudan mucho para realizar la bajada con seguridad. Otro de los cambios en la bajada es un nuevo camino, bastante pindio, en donde nos llevamos un buen susto al salir una enorme piedra rodando, pero afortunadamente todo quedo en eso, un susto. Este sendero nos llevo a una zona de escalada y posteriormente tuvimos que montar  un par de rápeles, antes de llegar al árbol desde donde se desciende a la gran boca de la cueva. Esta vez sentí curiosidad de ver si la bajada por el cauce del río estaba equipada, pudiendo comprobar después de realizar unos destrepes que efectivamente lo está, pero como la mayor parte del grupo ya estaba abajo lo dejamos para otra ocasión.


Nos vamos adentrando en la oscuridad  los once barranquistas que nos atrevimos con la travesía. La cueva me parece distinta, recuerdo que la primera vez tan solo fuimos Alicia y yo, con unas tikkas y una potente linterna de mano. Ahora con nuestros frontales y con tanta gente, iluminamos la cueva casi por completo.


Aún así la travesía me sigue gustando, me sorprende como el río Artzanegi ha sido capaz de atravesar la montaña de lado a lado, y formar este bonito cañón.


Los rápeles y  saltos se suceden sin apenas tiempos muertos, siendo la progresión  muy fluida al ocuparse Alicia, Sergy y Lolo de montar los rápeles, incluso en algún momento demasiado rápida para mi gusto. Tan solo nos encontramos un pequeño grupo con poca experiencia (tuvimos que ayudarles en alguna ocasión) y poca memoria, pues al preguntarles nuestros compañeros del exterior si nos habían visto en la cueva, les respondieron que no!!!


Poco a poco vamos llegando al pasillo final de la cueva, en donde ya se empieza a ver la luz del exterior, tan solo nos queda superar el sifón, algún pequeño rápel  y enseguida dar vista en el final de la cueva a los compañeros que no realizaron el descenso, que habían venido a esperarnos.


Tras la foto de rigor nos cambiamos y comenzamos con los preparativos para la abundante (anda que nos había carne allí) y rica barbacoa con la que recuperamos fuerzas de cara al día siguiente, en donde descenderíamos el Artazul.

                  

jueves, 22 de mayo de 2014

Barranco del Barcelada


Domingo 11 de mayo, nos desplazamos hasta Bustaleguin para conocer otro barranco cántabro, que si bien ya llevaba algún tiempo abierto, la poca información que de él teníamos nunca nos animó a acercarnos a descenderlo.


Aunque este no fuera el descenso escogido en un principio, la niebla y una ligera lluvia matutina nos hizo cambiar de planes,  acercándonos a este barranco en gran medida animados por una reciente conversación con Oscar, de Cantabria Activa, quien nos facilito toda la información para afrontar el descenso.


Cuando llegamos lo primero que hacemos es tantear un poco el terreno, buscando el lugar de salida del barranco, el comienzo, donde aparcar, etc,  haciendo tiempo para ver si nos entraban ganas de entrar al agua, pues la fina lluvia seguía cayendo. Al final, después de dejar todo el material escondido en la parte superior del barranco, nos animamos a realizar el descenso.


Como tan solo disponíamos de un coche, lo bajamos hasta el final del barranco, aparcando  en un buen ensanchamiento donde no estorbara. Tocaba remontar hasta la cabecera, teniendo por delante unos 4 kilómetros hasta el comienzo del descenso, que hicimos a un ritmo muy tranquilo,  agradeciendo que el sol por fin iba apareciendo y la lluvia cesando.


Una vez en la cabecera comenzamos el descenso. Lo primero de lo que nos damos cuenta es lo resbaladizo que es el río, nos cuesta mantenernos en pie, vamos caminando con mucho cuidado, pero aún así nos vamos al suelo en más de una ocasión.


El río está bastante sucio, muy sucio, encontrando todo tipo de basura, que en parte deslucen el descenso, pero también encontramos bonitos rincones, unos bellos puentes y varios molinos viejos y derruidos, que demuestran la importancia que tuvo en su día el río Barcelada.


En lo deportivo realizamos unos 5 rápeles, con bastante distancia entre ellos y algún que otro salto, pero teniendo mucha precaución en ellos, pues el agua de color oscuro (no se si por la lluvia caída) no dejaba ver el fondo, antes de abandonar el cauce del río y llegar en apenas 25 minutos al lugar donde dejamos el coche.


Agradecer a Oscar toda la información facilitada para la realización de este descenso, que si bien creo que no se convertirá en un clásico, era de visita obligada en nuestro empeño por conocer todos los barrancos de Cantabria.

                 

miércoles, 14 de mayo de 2014

Vía Ferrata de Sacs


Tras recuperar fuerzas después del descenso del Barranco de Sacs, nos aproximamos a realizar la ferrata del mismo nombre. Cruzamos de nuevo el puente sobre el río Ésera, girando a la izquierda para seguir el sendero PR-HU30 que se dirige a Benasque y llegar en apenas 10 minutos al comienzo de la ferrata.
La vía ferrata de Sacs tiene dos partes muy diferenciadas. En la primera de ellas se discurre por una amplia canal, con rampa y muy expuesta a la caída de piedra.


En general, la pared es bastante inclinada y esto nos permite ascender de forma rápida, haciendo la progresión algo aburrida.


Al llegar al muro final la cosa cambia, encontrando en ella los tramos más verticales y aéreos, aumentando la dificultad de la vía.


Hay tramos que nos obligan a apretar un poco, encontrando algún pequeño desplome, pero los superamos con facilidad.


Acabada la vía tenemos un largo y descendente  retorno hasta la Central de la Ruda. En nuestro caso, cogimos un atajo bastante marcado que bajaba decididamente hacia el lugar donde teníamos aparcado el coche, a donde llegamos unas dos horas después de haber iniciado la marcha.


Esta fue nuestra última actividad por tierras aragonesas en este viaje, alargando un poco la noche del sábado y decidiendo volver el domingo (aprovechando que daban mal tiempo) a casa realizando algo de turismo.


Por fin, y ya era hora, pudimos disfrutar de un puente de semana santa bien aprovechado, con muy buen tiempo, a excepción del día de regreso que hicimos casi todo el viaje acompañados de la lluvia.

                 

martes, 13 de mayo de 2014

Barranco de Sacs

Texto: Alicia                            
Llega el tercer día en tierras de Benasque. Hoy nos hemos decidido por ir al Barranco de Sacs, que tiene una aproximación dura. Esta vez vamos Carlos, Mur, Lolo, David, Carmen y una servidora, Chuchi, Mónica, Chari y Belén se van a ir de visita a  Cerler y Benasque . 
El grupo de barrancos nos dirigimos hacia Benasque, pasamos el pueblo  y justo cuando se acaba vemos a nuestra izquierda unas cascadas que llevan bien de agua, es el Barranco de Sacs. Pasamos la rotonda que lleva al pueblo de Cerler y a unos 100 metros  nos desviamos por una pista hacia la izquierda, que nos lleva al  aparcamiento donde dejamos la furgoneta.


Nos cambiamos de ropa y emprendemos el camino de aproximación, o eso creíamos. Nada más pasar el puente encontramos señales que nos indica la subida hacia Ixeia, siguiendo el camino, con una fuerte ascensión,  hasta que Lolo dice que no le  cuadra, pues nos estamos alejando del cauce del río  y deberíamos de tenerlo a nuestra derecha, teniéndolo a la izquierda. Bajamos otra vez al cauce principal del río Ésera y nos damos cuenta que el camino de aproximación correcto se lo llevo el río en la crecida del año pasado. Pasamos por el prado que está justo al lado de la pequeña central y cruzamos el cauce del Barranco de la Ruda, para esta vez sí, empezar la fuerte subida hasta el Collado de Ixeia.


El grupo se divide, Lolo  sube el primero, con gran ventaja sobre el siguiente que es Carlos. David y yo nos lo tomamos con más calma y por detrás a Mur y Carmen ni los vemos. Cuando llegamos al collado Lolo  nos dice que hemos tardado mucho, que se aburre. Las vistas desde el Collado de Ixeia son impresionantes, se ve todo el valle, con  la cabecera del barranco ya visible, pero con una estampa que no nos esperábamos.


El barranco tiene un nevero impresionante en su cauce, producido por varios aludes, debido a la cantidad de nieve caída  este año. Nos acercamos y vemos que las dos cabeceras posibles están totalmente tapadas por la nieve. Decidimos pasar por encima del  nevero con muuuucho cuidado, e intentar empezar el barranco más abajo.


Encontramos una reunión en un sitio de roca libre de nieve, y decidimos entrar en el cauce del río, creemos que a la altura del rápel 5.


Entramos en algo nunca visto por nosotros, una cueva de hielo escavada por el agua, la cual nos permite rapelar unas veces por dentro y otras por fuera del nevero, con un ambiente alucinante.


Después de descender varios destrepes y algún rápel, llegamos a una cascada de 12 metros, donde el hielo no nos  deja ver la reunión.  Rapelamos desde un árbol en el cauce y llegamos al rapel de 22 metros,  donde tampoco encontramos la reunión.  Decidimos salirnos entre el nevero y la roca, siguiendo  por encima del nevero, dejando bajo nuestros pies metros de nieve y creemos que algún rápel, aunque no lo podemos asegurar al perder la topografía.


El barranco continua sin nevero, quedan por delante muchos rápeles, de los cuales el más llamativo es el que forma un impresionante rulo justo en mitad de rápel, mandando el agua a varios metros de altura. Todos rapelamos por la derecha sin tocar el agua, aprovechando un desviador, todos nooo, Carmen entra en la vena  del agua y la da varios revolcones, pero sin mayor importancia.

                           

En este rápel la cuerda no recuperaba, montamos un polipasto y no bajaba ni un metro, teniendo que volver a subir Lolo a ver que cojones pasaba. ¡¡¡¡Quería matarnos!!!! Nos habíamos olvidado soltar la cuerda de la reunión, así que como para recuperar la cuerda estaba la cosa.

                           

Una vez acabado el barranco seguimos la senda que nos lleva junto a la furgoneta. Allí llamamos al resto del grupo para comer juntos y descansar un rato, recuperando fuerzas para irnos a realizar  la Ferrata  de Sacs. En ese momento Mur  y  Carmen  deciden no acompañarnos, quedamos solo los cuatro del apocalipsis.

                 

lunes, 12 de mayo de 2014

Vía Ferrata del Castellaso


Con los retrasos acumulados en la aproximación y descenso del Barranco de Trigars, nos quedaba pocas horas de sol para realizar alguna actividad, pero decidimos ir (Lolo, David, Alicia, y yo) hasta la ferrata del Castellaso, situada muy próxima a Sahún, para conocerla.


Para acceder al pie de la vía, cogemos la carretera de Castejón de Sos a Benasque,  encontrando a la salida del pueblo de Sesué una buena señal que nos indicó el camino a seguir. Continuamos recto por la pista, ya de tierra, hasta una vieja vaquería donde dejamos el vehículo. A nuestra izquierda parte el sendero (con marcas de pintura roja VF) que nos llevó, en unos 10 minutos al pie de la vía.


El ascenso se inicia por una pendiente de roca no muy pronunciada, que va ganando verticalidad poco a poco, hasta alcanzar algunos tramos muy aéreos, con dos pequeños techos que se superan fácilmente gracias al número y proximidad de escalones metálicos.


El recorrido sigue las zonas de mayor interés de la pared a lo largo de casi 300 m, dejándonos un gran sabor de boca a pesar de su corta longitud.


Tras una zona herbosa de menos pendiente, en la que seguimos asegurados al cable de acero, acometemos de nuevo un tramo de la pared que nos lleva justo a la cima del Castellaso.


Desde allí seguimos la ruta evidente que desciende por la cara norte, hasta unos prados, para más tarde torcer a nuestra derecha hasta la ermita de San Saturnino, donde se inicia un sendero de descenso que nos llevó de vuelta al coche.


Damos por acabada la jornada en cuanto a lo deportivo, ahora tocaba juntarnos todos en la casa y echarnos unas buenas risas cenando y tomando unas birras.

                 

viernes, 9 de mayo de 2014

Barranco de Trigars

                            
Texto: Alicia

Segundo día en Benasque, hemos quedado en levantarnos a las 8:30,  pero a las 7:30 me  bajo a la calle pues nuestros vecinos de casa rural llevan desde las 6:30 con una juerga como si fueran las tres de la tarde. Cuando bajo me encuentro a Lolo y nos vamos a dar un paseo por el pueblo . Ya se sabe, la cabra tira al monte y vamos derechos a un barranco que acaba en el pueblo de Sahun (Cambra). Subimos un buen tramo de la aproximación y vemos que esta con caudal alto, pues justo en la cabecera tiene unos neveros .


Damos la vuelta y vemos el cartel con la descripción del barranco, y pensamos que si el  Trigars (el barranco escogido para ese día) estaría cargado podría ser un posible descenso. Cuando llegamos a casa todos están despiertos.  Desayunamos y nos ponemos en marcha para el barranco del día. Mónica y Belén se quedan en la casa, luego nos reuniremos con ellas.
Nos vamos hacia el pueblo de Barbaruens, donde hemos de dejar el primero de los coches. Allí dejamos el coche, todos suben en la furgo, 8 personas más todos los equipos, parecía que nos íbamos a la operación paso del estrecho, jeje.
Subimos por la pista en primera, pues es de grava y la furgo pega con los bajos en varios sitios, teniéndose que apear todos para quitar un poco de peso. Pasamos por el cauce del Barranco Bilsé, que cruza la pista de lado a lado, yo paso con la furgo  y los demás  intentan no mojarse, unos por las piedras y otros se descalzan,  notando lo frío que esta el agua.


Una vez llegamos a las Bordas Trigars nos cambiamos, teniendo 30 minutos de aproximación por pista  hasta llegar a la cabecera.  No era tan fácil,  en un cruce encontramos un árbol justo en medio de la pista descendente  y decidimos continuar por la que sigue en ascensión,  viendo de frente el Salto de la Mura. Cuando nos damos cuenta de que no vamos bien llevamos media hora andando por mal sitio, retrocedemos y por fin encontramos el camino que nos lleva a la cabecera.  El barranco  está perfecto de agua, empezando el descenso rápidamente, pues ya hay ganas de meterse en el agua.



El Barranco de Trigars, afluente del conocido Barranco de Barbaruens, es un descenso con gran número de rápeles.


En la parte superior encontramos una secuencia de rápeles medianos en un cauce abierto, aunque dentro de un bello entorno.


En el rápel 9 el cauce se estrecha, formando un bonito pasillo, pero superada esta dificultad el cauce vuelve a abrirse.


Poco a poco nos acercamos a la parte inferior del barranco, en donde encontramos la impresionante cascada final, poniendo punto y final a este precioso barranco, para muchos de nosotros el más bonito del viaje.


Cogemos el camino de regreso hasta el pueblo de Barbaruens, donde Carmen Lolo y yo subimos a por la furgo. Carmen se da la vuelta antes de pasar el barranco que cruza el camino y nosotros hacemos el resto del camino andando. Cuando llegamos abajo hemos tardado 45 minutos en subir y bajar con los coches. Comemos algo buscando una buena sombra mientras preparamos la siguiente actividad del día.