El día 28 de diciembre habíamos quedado con la gente del Club Cota Mínima Cantabria y un buen puñado de espeleólogos, para realizar una visita a Cueva Mur y posteriormente una comida para celebrar el fin de año. Tenía muy pocas ganas de hacer espeleo, y además, como esta cavidad ya la conocía de otras ocasiones, deje a Alicia que se fuera sola a la visita. Mientras tanto yo iría a realizar una bonita y sencilla ruta en compañía de varios miembros de nuestro nuevo club, ADEMCO. La idea era realizar la ruta y luego ir al encuentro de nuestros compañeros para acompañarles en la comida.
Salimos del final del paseo marítimo de Santoña, subiendo unas escaleras por detrás del fuerte de San Martín. Encontramos una carretera que se bifurca allí mismo, y vamos por el ramal de la derecha (el de la izquierda sube al fuerte de Napoleón, por donde regresamos). A los 150 metros, encontramos otra bifurcación, cogemos la de la izquierda (la de la derecha va al fuerte de San Carlos), y un poco más arriba se termina el asfalto y cogemos un camino pedregoso.
Al cabo de un rato de subir por este camino, más o menos media hora, encontramos la Casa de La Leña y un poco más adelante, encontramos un camino a la izquierda que va al Ganzo y al Buciero. Nosotros seguimos el camino recto y hacia arriba, donde pronto empezamos el descenso hasta llegar a un cruce en medio del bosque, Cuatro Caminos.
El camino de la izquierda, que es el que utilizamos en nuestro regreso, se dirige al fuerte Napoleón. El de la derecha nos lleva a una bifurcación: a la derecha llegamos a la Batería de San Felipe , donde divisamos una hermosa panorámica sobre el faro del Caballo.
A la izquierda nos encontramos con una puerta que da entrada al Faro del Caballo , con sus 780 escaleras por acantilados increíbles hasta el borde del mar.
Después de pasar un buen rato disfrutando del lugar, emprendemos la larga y penosa subida hasta Cuatro Caminos, tomando el camino de enfrente. Atravesamos un bosque en el que predomina el madroño y la encina. Este camino apenas tiene vistas pues vamos en todo momento debajo de una hermosa arboleda. Llegamos así hasta un collado, llamado Las Cuestas. Esta ruta atraviesa el monte por la mitad, por lo que tenemos buena visión alrededor nuestro. A la izquierda tenemos los picos Ganzo y Buciero; al frente las marismas y a nuestra espalda el hermoso bosque que hemos atravesado.
Ahora el camino desciende y llegamos hasta una cabaña, la dejamos a la derecha y seguimos descendiendo hasta llegar al Fuerte de Napoleón. Cogemos la carretera que con sus 2 kilómetros de recorrido, nos lleva directamente hasta el Fuerte de San Martín, cerrando este bello paseo aún con tiempo de apuntarme a la comilona.
Muy bien relatado (Changel)
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