Presentación

Este es el blog de Carlos y Alicia, en donde os mostraremos las salidas a la montaña que realicemos solos o con nuestros compañeros y amigos.

martes, 17 de abril de 2012

Garganta de las Nogaleas. Navaconcejo (Valle del Jerte)



Como la gran mayoría del grupo se ha decantado por no hacer el segundo barranco del día, hacemos un cambio de coches, yéndonos en la furgoneta de David, y sin quitarnos los neoprenos los cuatro que haremos el descenso de las Nogaleas.
Nos dirigimos hasta Navaconcejo, en donde cruzamos un puente y seguimos las indicaciones que nos llevan hasta el comienzo de la ruta senderista de las Cascadas de las Nogaleas. Dejamos el coche en el aparcamiento y ya caminando seguimos la carretera hacia arriba, para al poco desviarnos a la izquierda por el camino balizado de la ruta. Remontamos la garganta por el sendero bien marcado, escalonado y protegido por barandas, hasta llegar en apenas 15 minutos a la altura de una presa, lugar donde comienza el descenso.


En el trayecto de subida el sol sale con fuerza, pero esta situación solo dura unos minutos, volviendo al poco rato las nubes a ganarle la partida. Durante todo el camino nos encontramos a numerosos turistas que andan por el sendero visitando las cascadas, y es que el acceso al barranco es muy sencillo.
Nos cambiamos y de inmediato comenzamos el descenso con un rápel de 25 metros, justo debajo de la presa, tumbado pero resbaladizo. Continuamos con un destrepe de unos 3 metros y dos pequeños rápeles de 7 y 4 metros respectivamente.


Para acceder a la primera gran cascada, evitamos el montar otro rápel de 4 metros, puesto que se puede destrepar con facilidad para acceder a la repisa donde se encuentra el anclaje. Esta cascada tiene 22 metros y la descendemos bajo la atenta mirada de varios turistas que están haciendo el descenso paralelos a nosotros, pero por fuera del cauce.


En la reseña pone que se tarda unas 3 horas en descender el barranco, pero  nosotros llevamos un ritmo muy bueno, y ni no nos llevará ese tiempo ni de casualidad. Aprovechamos para sacar unas cuantas fotos antes de seguir con el descenso. Ya tan solo nos queda un rápel tumbado de unos 15 metros que nos deja en la cabecera de la última cascada, de 20 metros.


En 1 hora y 10 minutos hemos terminado con este descenso, en el que el entorno y la frondosidad de la vegetación nos traslada a lugares más propios  del norte peninsular,  y eso que hemos ido muy tranquilos y realizando muchas paradas para fotos. Tan solo nos dimos algo de prisa cuando comenzó a caer un chaparrón, pero que tan solo duro un par de minutos. En apenas 5 minutos estamos de nuevo en el aparcamiento, dispuestos ahora sí, a dirigirnos al camping para darnos una merecida ducha caliente y posteriormente tomar unas buenas birras en compañía de nuestros compañeros, que ya nos tienen preparada gran parte de la cena.
Después de cenar hacemos un poco de sobremesa regada por una buena crema de orujo lebaniega, pero enseguida nos marchamos a la cama, puesto que al día siguiente tenemos otra larga jornada por delante.

       

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